En el hombre aumenta el vello en la cara y en las axilas y en la cabeza aparecen entradas. La voz pasa a ser grave y no se le desarrollan las mamas. Se le desarrolla el tórax con ensanchamiento de hombros y se le desarrolla poco las caderas. En la estructura corporal se desarrolla el esqueleto y los musculo, es decir mas alto y mas fornido. Presencia del semen
En las mujeres no aparece pelo en el rostro y la voz es aguda. Se desarrollan las glándulas mamarias y las caderas y el tórax se estrecha. El esqueleto y los músculos se desarrollan menos, pequeña y de talla redondeada, es decir, de miembros mas finos. Presencia de la menstruación.
En ambos casos aparición de vello púbico y axilar, cambios en la piel.
La madurez sexual es la edad o el momento en el cual un organismo obtiene la capacidad para llevar a cabo la reproducción Es a veces considerado sinónimos de la adultez a pesar de ser dos conceptos distintos. En los humanos, el proceso de maduración sexual es llamado pubertad.
La mayoría de los organismos pluricelulares son incapaces de reproducirse sexualmente luego del nacimiento (o la germinación), y, dependiendo de la especia, puede tomar cuestión de dos días, semanas o años hasta que su organismos este apto para tal fin. Adicionalmente, ciertos casos pueden provocar que el organismo se vuelva sexualmente maduro.
La madurez sexual es llevado a cabo como consecuencia de la maduración de los órganos reproductivos y la producción de gametos. Puede ser acompañada también por un crecimiento repentino o proporcionalmente más rápido, o por otros cambios físicos que distinguen un organismo inmaduro de su forma adulta. Estos cambios se denominan características o caracteres sexuales secundarios, y habitualmente representan un incremento en los dimorfismos sexuales. Por ejemplo, antes de la pubertad, todos los niños de la especie humana tiene pechos planos, pero luego los individuos femeninos desarrollan senos mientras que los masculinos no; siendo ejemplo efectivo de un dimorfismo sexual, donde el individuo masculino difiere de alguna manera del femenino más allá de la mera producción de células sexuales masculinas o femeninas respectivamente. Sin embargo, existen excepciones en los cuales un hombre puede desarrollar senos por culpa de la obesidad o por desbalances hormonales como la ginecomastia. Al llegar a la madurez sexual, es posible que los organismos se vuelvan infertiles.
